El informe sobre Desarrollo Humano 2006, que lleva como título “Mas allá de la escasez: poder, pobreza y la crisis mundial del agua” afirma: “Actualmente unos 1.100 millones de habitantes de países en desarrollo carecen de un acceso adecuado al agua y 2.600 millones no disponen de servicios básicos de saneamiento. Los 1,8 millones de muertes infantiles anuales relacionadas con el agua y la falta de saneamiento eclipsan las muertes asociadas a los conflictos violentos. La crisis de agua y saneamiento es, sobre todo, una crisis que sufre la población pobre en general y las mujeres en particular, dos grupos sociales con un limitado poder de negociación en la determinación de las prioridades nacionales. Ningún acto de terrorismo genera tanta devastación económica como la crisis de agua y saneamiento”
El acceso al agua, fuente de vida, es un derecho humano fundamental reconocido por las Naciones Unidas; un derecho humano que, hoy, no puede disfrutar buena parte de la población mundial y que el resto de ciudadanos del planeta disfruta, con demasiada frecuencia, sin límites ni medidas. En el citado informe se afirma que la crisis del agua y saneamiento es uno de los principales desafíos del desarrollo humano del siglo XXI que debe abordarse “a través de una respuesta internacional y nacional coordinada”, respuesta que no admite mas demoras
La amenaza de la escasez de este recurso natural, imprescindible para la vida, no es solo para las zonas desérticas , tierras africanas o llanuras asiáticas áridas, es sobre todo el planeta, sin distinción de regiones ni de continentes, por eso es imprescindible despertar el interés personal y colectivo acerca de este tesoro que, en algunas partes del planeta, se derrocha sin rubor y se utiliza sin medida.
El acceso al agua, fuente de vida, es un derecho humano fundamental reconocido por las Naciones Unidas; un derecho humano que, hoy, no puede disfrutar buena parte de la población mundial y que el resto de ciudadanos del planeta disfruta, con demasiada frecuencia, sin límites ni medidas. En el citado informe se afirma que la crisis del agua y saneamiento es uno de los principales desafíos del desarrollo humano del siglo XXI que debe abordarse “a través de una respuesta internacional y nacional coordinada”, respuesta que no admite mas demoras
La amenaza de la escasez de este recurso natural, imprescindible para la vida, no es solo para las zonas desérticas , tierras africanas o llanuras asiáticas áridas, es sobre todo el planeta, sin distinción de regiones ni de continentes, por eso es imprescindible despertar el interés personal y colectivo acerca de este tesoro que, en algunas partes del planeta, se derrocha sin rubor y se utiliza sin medida.
