Las “tortillas” que se fabrican a base de maíz blanco desde hace siglos en México son el alimento básico de la mayoría de los hombres y mujeres de este país. O lo eran: el precio del cereal ha aumentado tanto, en lo últimos meses que las populares tortillas cuestan ahora alrededor de un 70% mas que de costumbre. El precio habitual del kilo de tortillas no superaba los 7 pesos (0,50 euros) en 2005. En los últimos meses han llegado a los 18 pesos
40 millones de mexicanos, que viven sumidos en la pobreza mas absoluta, comen nueve tortillas al día de media y son los únicos carbohidratos de su dieta, y por supuesto, el único alimento diario para muchos, evidentemente ese precio es absolutamente inalcanzable para comprar una sola tortilla
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado por Canadá, Estados Unidos y México en 1992 es el principal culpable de esta subida, desde que comenzaron la importaciones masivas de maíz norteamericano a México, libres de impuesto arancelarios y a un precio radicalmente superior al normal
Otra consecuencia del TLCAN es que la diversidad de los cultivos que habían caracterizado a la agricultura mexicana desde hace siglos se está reduciendo de manera atroz. Ahora interesan mas los cultivos que puedan transformarse en biocombustibles porque la demanda crece día a día en los países desarrollados y muy especialmente en EE.UU.
Los resultados no pueden ser mas perversos ya que no solo se pone en peligro la seguridad alimentaria de millones de personas, sino que además, se condena a los países en desarrollo a sostener nuestro insostenible modelo de desarrollo, obligándolos a sustituir sus cultivos para la alimentación por cultivos de los que obtendrán energías alternativas que van a usar otros países. De este modo, perpetuamos su servidumbre social, económica y ecológica a un progreso que les es ajeno
Los países en desarrollo han sido durante décadas los proveedores de materias primas para las manufacturas de los países del Norte. No se debe repetir el sistema de explotación colonial para sostener nuestro modelo insostenible de desarrollo
Mas información: http://www.derechoalimentacion.org/
40 millones de mexicanos, que viven sumidos en la pobreza mas absoluta, comen nueve tortillas al día de media y son los únicos carbohidratos de su dieta, y por supuesto, el único alimento diario para muchos, evidentemente ese precio es absolutamente inalcanzable para comprar una sola tortilla
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado por Canadá, Estados Unidos y México en 1992 es el principal culpable de esta subida, desde que comenzaron la importaciones masivas de maíz norteamericano a México, libres de impuesto arancelarios y a un precio radicalmente superior al normal
Otra consecuencia del TLCAN es que la diversidad de los cultivos que habían caracterizado a la agricultura mexicana desde hace siglos se está reduciendo de manera atroz. Ahora interesan mas los cultivos que puedan transformarse en biocombustibles porque la demanda crece día a día en los países desarrollados y muy especialmente en EE.UU.
Los resultados no pueden ser mas perversos ya que no solo se pone en peligro la seguridad alimentaria de millones de personas, sino que además, se condena a los países en desarrollo a sostener nuestro insostenible modelo de desarrollo, obligándolos a sustituir sus cultivos para la alimentación por cultivos de los que obtendrán energías alternativas que van a usar otros países. De este modo, perpetuamos su servidumbre social, económica y ecológica a un progreso que les es ajeno
Los países en desarrollo han sido durante décadas los proveedores de materias primas para las manufacturas de los países del Norte. No se debe repetir el sistema de explotación colonial para sostener nuestro modelo insostenible de desarrollo
Mas información: http://www.derechoalimentacion.org/
