Sunday, April 08, 2007

JON SOBRINO, UN CRISTIANO Y UN EJEMPLO PARA TODOS NOSOTROS


Desde el día que el teólogo hispano salvadoreño JON SOBRINO se salvó de la muerte por no encontrarse junto a sus hermanos en la Universidad Centroamericana de San Salvador (UCA) donde fueron salvajemente asesinados seis jesuitas y dos mujeres, se intensificaron las investigaciones detectivescas y sin piedad a las que viene siendo sometido por la moderna Inquisición de la Iglesia Católica Romana

Posiblemente, Jon Sobrino, no podía predecir que aquellas palabras que el escribiera sobre el porque asesinaron a sus hermanos, “Por ser conciencia crítica en una sociedad de pecado y por ser conciencia creativa de una futura sociedad distinta”, pueden serle aplicadas a su persona y a otros que como el son ejemplo de “cristianismo”, aunque este no sea todo lo ortodoxo que quisieran sus jerarcas y los modernos inquisidores

Investigaciones que suelen acrecentarse cuando se producen asesinatos de personas comprometidas con la llamada “Teología de la Liberación”, que no es otra cosa que el compromiso con los pobres y con los oprimidos de este mundo y que viene a representar el compromiso de vivir una vida entre, para y por los seres con los que vivió y a los que predicó El Maestro

Desde 1975, el seguimiento de un hombre de Jesús El Cristo, por la Inquisición, se acrecienta coincidiendo con hechos trágicos de sus amigos, en 1977 cuando son asesinados su compañero Rutilio Grande , un anciano y un niño o cuando en 1980 asesinaron a monseñor Romero, o en 1989 cuando asesinaron a sus hermanos jesuitas, todos ellos auténticos mártires del cristianismo, acusados por los inquisidores de meterse en política cuando lo suyo es el culto, de luchar por la liberación de los pobres y de los oprimidos codo con codo y de haberse desviado de su misión evangelizadora, según parece todo ello muy lejos de la doctrina del Maestro y lo que además implica una acusación que en vez de convertirlos en mártires, los convierte, implícitamente, en responsables de su muerte

Si negarles el martirio a todos los citados y a algunos mas que todos tenemos en la mente es, cuanto menos una falta de generosidad, una absoluta carencia de misericordia y un cinismo que hace enrojecer de vergüenza ajena a un numeroso grupos de cristianos, trátese con dignidad a aquellos que fueron asesinados por dar testimonio de Jesús El Cristo, por parte de aquellos que se creen en posesión de la verdad y no deja de ser mas que la suya y que están muy lejos de ofrecer el testimonio que sus cargos y juramentos les exigen

Parece que como a Jon Sobrino no lo mataron físicamente en las numerosas ocasiones en las que se ha encontrado cerca de la muerte, hay que callarlo, y nada mejor que en vez de llamarlo para que de testimonio de los numerosos mártires con los que convivió en vida o de las vicisitudes de millones de cristianos que viven en la pobreza y con los que convive a diario, se le “Notifica” desde la Inquisición para que ni vuelva a escribir ni vuelva a emitir opiniones sobre el cristianismo, a los inquisidores no les importa su visión, que es realmente evangelizadora, sino la mal entendida por ellos, ortodoxia y Jon Sobrino, de momento, calla

Llegará el día en el que una Jerarquía de la Iglesia Católica Romana lejos de la opulencia, humilde en sus atributos, confundida entre el pueblo en el día a día y mezclada entre los pobres y los oprimidos, como el Maestro, pida perdón por los muchos crímenes cometidos, en nombre de Dios, a lo largo de la Historia, cátaros, templarios, indígenas americanos, etc. etc., eleve a los altares a personas como Monseñor Romero y dignifique a tantos y tantos como a lo largo de los siglos han dado testimonio de Jesús El Cristo en la tierra, estamos seguros que JON SOBRINO estará entre ellos y una vez mas la Historia hará justicia

Para nosotros ya goza de esa dignidad
Fdo. José María Alarcón