La XXI Asamblea Europea Anual de Bancos de Alimentos, puso de manifiesto que en el mundo hay 850 millones de personas que pasan hambre, de los que 40 millones viven en Europa y algo más de millón y medio en España.
Así, los datos oficiales indican que aproximadamente un 20% de la población española, es decir 8,5 millones de personas, viven con ingresos inferiores al 50% de la renta media disponible, de las que entre 1,5 y 1,7 millones estarían en situación de extrema necesidad. España cuenta con tasas de pobreza superiores a la media de los Quince, sólo sobrepasadas por Portugal y Grecia, y similares a las de Italia, Irlanda o Reino Unido.
Los 52 bancos de al
imentos que hay en España repartieron durante 2007 casi 70.000 toneladas de alimentos (300.000 en Europa) por un valor de 600 millones de euros, que se distribuyeron a 834.000 personas necesitadas a través de 6.487 entidades benéficas. Los bancos de alimentos europeos obtienen parte de los productos que distribuyen del programa de la Unión Europea de Ayuda a los más Necesitados, relacionado hasta ahora con la retirada de excedentes agrícolas, situación que sufrirá grandes cambios por la Política Agrícola Común (PAC).En España se desconoce que hay muchas personas que pasan necesidad, porque estas lo ocultan por dignidad y porque entre ellas se cuentan principalmente personas mayores, parados, enfermos, drogodependientes e inmigrantes, detalló el presidente de la Asociación española de Bancos de Alimentos, Javier Espinosa. Por su parte, el subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, Javier Menéndez, llamó la atención sobre la repercusión que tiene el encarecimiento de los alimentos en los más pobres, no sólo en los países en vías de desarrollo.
La pobreza viene determinada por la carencia de bienes y recursos, las dificultades para enfrentar la vida con dignidad y la incomunicación social, afirmó durante su intervención Víctor Renes, de Cáritas. En estos momentos, el "rostro de la pobreza" va de la mano de situaciones como las de la precariedad laboral o las familias monoparentales, afectando más a los mayores, a las mujeres y a los jóvenes, según este experto.
